Como bien ya todos sabemos, nuestra córnea necesita de humedad y una temperatura especial que le permitan mantener su correcto funcionamiento, y es así que vamos a hablar de ¿Cómo prevenir problemas oculares por el uso de la mascarilla?

Ahora que es obligatorio el uso de mascarillas hasta por horas en espacios cerrados, las personas con el síndrome de ojo seco tienden a aumentar su sensibilidad e incluso a alterarla a diferencia de la vida cotidiana que ya tenían.

Así que hay que acatar las recomendaciones profesionales que explican el correcto y necesario uso de la mascarilla con el fin de poder disminuir algunos problemas oculares derivados de esta nueva normalidad.

¿Qué pasa en los ojos con el uso prologado de la mascarilla?

Aunque ya es bien sabido que el uso de la mascarilla disminuye y previene el contagio de algunas enfermedades que se transmiten a través del aire que respiramos, también puede producir algunas alteraciones oculares.

Si revisamos bien TODAS las mascarillas, la mayoría tiene los bordes duros, algunos con un pequeño alambre en la parte superior que sirve para ajustar a la nariz, y es por esta razón que tenemos que tener cuidado con el roce de estas partes con la superficie ocular y que pueda provocar erosiones corneales o conjuntivales.

Y si has sufrido de que se empañan los anteojos al usar la mascarilla también, este flujo de aire inspirado y espirado, puede provocar que los ojos se sequen porque el mismo golpea la superficie de la cornea más de lo habitual provocando el síndrome de ojo seco.

Afección Ocular por el Uso de la Mascarilla

La menopausia es la que más representa a el Síndrome de Ojo Seco, pues hay un equilibrio alterado de la lágrima derivado de los cambios hormonales.

También el uso prologando de pantallas como las de las computadoras, teléfonos celulares o tabletas aumentan la frecuencia de esta enfermedad.

También hay que mencionar que, por la pandemia mundial, el teletrabajo y otros cambios de ocio provocan que tengamos que leer más o concentrarnos más en las pantallas y así parpadeamos menos.

Todo lo anterior provoca un aumento de afecciones oculares y a esto también hay que sumarle lo que ya mencionamos del uso de la mascarilla ya sea por prevención o por necesidad.

Hablemos del Síndrome del Ojo Seco

La superficie del ojo necesita de una película protectora o líquido conocido como película lagrimal, y su composición es de cierto tipo con el fin de mantener la integridad y buen funcionamiento de la superficie ocular.

En palabras más sencillas, el síndrome del ojo seco, pasa cuando el ojo produce una cantidad menor de la lágrima necesaria y que provoca que las glándulas que están en los párpados no trabajen bien, muchas veces con falta de nutrientes y grasas, los cuales evitan la evaporación de la película lagrimal.

Cada vez que parpadeamos vamos a distribuir en la córnea una delgada capa de película lagrimal que humecta la superficie del ojo y la limpia de partículas extrañas.

También es importante mencionar que los cambios en la temperatura, por ejemplo cuando viajamos a países con más o menos humedad, pueden provocar cambios marcados en la cantidad de la lágrima que producimos.

La mascarilla NO protege los ojos

Recuerde que al usar la mascarilla los ojos quedan expuestos y esto puede llevar a que sea necesario una protección adicional en nuestra cara.

Nuestra lágrima ya posee una composición especial de antibióticos naturales pero el covid19 no está dentro de estas protecciones.

Entonces cuando hablamos, tosemos o también estornudamos, son lanzadas a el aire algunas partículas de saliva que pueden incidir de forma directa sobre la superficie ocular que ya de por sí es más sensible que el resto de nuestra piel.

Esta protección que no da la mascarilla debe incrementarse para cuidar nuestros ojos, máxime si trabajamos con pacientes o personal que pudiera estar contagiado.

En estos casos puede usar una careta o algún tipo de anteojo que aísle nuestros ojos, dando una protección adicional que prevenga el contagio.