El fondo de ojo (también llamado oftalmoscopia) es la prueba más rutinaria de la oftalmología. Se realiza de forma sencilla, es indolora y no tiene efectos secundarios más allá de la dilatación de las pupilas. Antes de la prueba, el oftalmólogo debe informar a la persona que la va a realizar de que la luz que se utiliza es muy potente y que puede producir cierto efecto de deslumbramiento.
Para realizar la prueba, se aplican dos gotas de solución salina en el ojo y se limpia la parte posterior del ojo con una gasa humedecida con solución salina. Después se aplica una lámpara delante del ojo, que al ser calentada por una lámpara halógena, crea una luz intensa.
A través de un microscopio y con ayuda de una lente, el oftalmólogo observa el fondo del ojo y compara las imágenes obtenidas con las de otro ojo sano. Si el fondo del ojo no es normal, se pueden observar las glándulas de Meibomio, los espesores de la capa del cristalino y las arrugas del retículo endoplasmático.
Algo que se debe de tomar en cuenta es que el fondo de ojo es una zona muy vascularizada y, por tanto, sensible a la inflamación.
Los agentes infecciosos y las reacciones alérgicas son las causas más frecuentes de inflamación del fondo de ojo.
Las estructuras anatómicas que se exploran son:
- Nervio óptico.
- Mácula.
- Arcadas vasculares.
- Retina periférica.
A través de ella se pueden descartar patologías o lesiones relacionadas con la zona más importante del ojo. Ya que estos tres elementos son esenciales para la visión. Enfermedades como tumores, hipertensión, diabetes, maculopatías o glaucoma se pueden evitar o tratar a tiempo gracias a este procedimiento rutinario.
Esta prueba también aporta mucha información sobre posibles enfermedades del globo ocular o del polo posterior del ojo, como la diabetes mellitus o la hipertensión arterial.
¿Cuándo se realiza la oftalmoscopia (fondo de ojo)?
El oftalmólogo puede realizar la oftalmoscopia en cualquier edad, por ejemplo en niños para descartar algún tipo de anomalía ocular, en personas mayores para comprobar el estado de su visión y en personas que tienen algún tipo de problema ocular.
¿Cuándo no se debe realizar la oftalmoscopia?
No se recomienda realizar la oftalmoscopia durante el embarazo, porque las gotas que se utilizan para limpiar el ojo pueden dañar al feto y en personas que tienen algún tipo de infección ocular.
